lunes, octubre 18, 2010

El coste de la iglesia católica

Para hacer las cuentas de forma correcta, primero hemos de tener en cuenta toda una serie de partidas que parece que no se tienen en cuenta a la hora de pensar en la financiación de la Iglesia:
- El coste del profesorado de religión. Personal que no pasa por el filtro de la oposición, ya que está designado a dedo, pero cuyos sueldos se sufragan desde los presupuestos del Estado.
- La impresionante partida destinada a sufragar las escuelas concertadas que no son tales ya que su enseñanza es partidista.
- Las exenciones de impuestos ya que la Iglesia no tiene gravamen impositivo por sus bienes, que no son pocos.
- El coste del sostenimiento de su patrimonio. Ellos tienen los bienes pero se los mantiene el estado.
- Las desgravaciones que tienen los donantes.
Teniendo en cuenta los puntos descritos arriba tenemos que la iglesia católica le costó al erario público unos 6000 millones de euros el año 2009.
Si contamos con que la población de este falso país es de 46.951.532 habitantes, resulta que a cada españolito le cuesta mantener a esos zánganos la friolera de 127,79 €.
¿Qué puede hacer un desencantado anticlerical y republicano con ese importe?
Dado que cuando Dios repartió las virtudes yo me hallaba al final de la cola solo me tocaron vicios, por tanto, con ese dinero yo podría fumarme 800 cigarrillos o beberme 85 cervezas en un precioso bar con terracita de mi pueblo.
Lo pienso y me estremezco, casi todo el verano pudiéndome tomar una cerveza al día, y en vez de esto debo financiar obligatoriamente a esos fundamentalistas retrógrados, decadentes y enfermos que además se atreverán a meterse con mi moral y mi ética.
El Estado me roba descaradamente cerca de 128 € para que esas cucarachas negras salgan a la calle con sus acólitos e intenten manipular al gobierno y a la gente. Para que se escapen indemnes de sus abusos sexuales mientras manipulan la libertad sexual del resto, sean estos feligreses o no. Para que se dediquen a manipular al pueblo y a los gobiernos en un intento de que se legisle como a ellos les apetezca.
No sé que se pensará la mayoría de población de esta España triste y deprimente, lo que es yo, sigo pensando que vivimos en la desgraciada España nacional católica que nos legó el enano dictador, el triste país cerrado de miras, envidioso e inculto que no en vano se mantiene a la cola de Europa y algo por encima de los países del norte de África.
Una nota final: Solo con 1600 millones de esa fabulosa partida que le regalamos a esa iglesia se podrían pagar unos 7 millones de pensiones.
Y como colofón podéis leer Esto

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